Prácticas situadas, archivo feminista y cuerpos en disputa
Por Kekena Corvalán
En conversación con Kekena Corvalán para la Columna Indisciplinada, Mane Adaro reflexiona sobre su trayectoria curatorial, señalando que su entrada al campo no fue solo a través de una formación formal, sino también por su práctica en arte y fotografía. Ella ve la curaduría como un proceso dinámico de aprendizaje y adaptación al momento. Comparte su colaboración de largo plazo con Eugenia Vargas-Pereira, que comenzó en 2018 con un proyecto sobre mujeres artistas. Más tarde trabajaron juntas en un libro sobre la obra de Vargas-Pereira, donde Adaro buscó ir más allá de una narrativa cronológica y enfocarse en ideas clave moldeadas por el feminismo y el cuerpo. Adaro habla sobre cómo su muestra en el MNBA destacó las críticas de Vargas-Pereira al patriarcado y la ecología, incluyendo la poderosa foto-performance de 1986, donde Vargas-Pereira se relaciona con vísceras de animales. La conversación también aborda el lugar del arte latinoamericano y chileno en el contexto global y los desafíos de la investigación feminista hoy, enfatizando la necesidad de perspectivas interseccionales, decoloniales y antiespecistas.
Eugenia Vargas-Pereira. Fotoperformance,1977, México. Obra incluida en el libro Eugenia Vargas-Pereira selección 1977-2020. Ed. Atlas, 2022.
Kekena: ¿Cómo ha sido tu acceso al universo curatorial, desde qué formación o experiencias? ¿Cómo ha sido tu trabajo con Eugenia Vargas-Pereira, en Volver a nombrar, pero que entiendo que vienen trabajando juntas hace un tiempo?
Mane: Mi experiencia viene de la práctica del arte y la fotografía y también del estudio curatorial, pero fíjate que no siento que sea lo más relevante, ayuda obviamente, pero para mí la curaduría es un cruce permanente de aprendizajes y alertas sobre el relato, el espacio y la pertinencia del momento.
Es lo que sucedió con Eugenia Vargas-Pereira, con quien mantuvimos una relación muy orgánica y fluida, que comenzó cuando en el año 2018 me invitaron a ser parte de un trabajo sobre minidocumentales dedicados a mujeres artistas. Recuerdo que uno de los primeros nombres que propuse fue el de Eugenia. Posteriormente, pudimos trabajar con mayor profundidad en un libro sobre su obra, lo cual me permitió dimensionar que a nivel editorial no quería establecer un relato cronológico, sino, una condensación de ideas fuertes producto de su feminismo y trabajo con el cuerpo.
Así, cuando llegó la invitación de Varinia Brodsky del MNBA, tuve claro que debíamos potenciar sus ideas tempranas, su interés en la ecología o naturaleza, es decir, en general su crítica a una cultura y violencia patriarcal. Por eso la sala del museo nos permitió pasar de imágenes del cuerpo, gozosas y críticas, a otras de memoria, y otras visualmente impactantes como es el fotoperformance de 1986, en el cual Eugenia se retrató junto a vísceras de animales de consumo. Para ambas fue importante la inclusión de esa obra, porque en esta Eugenia exponía tempranamente el problema del especismo, y que mejor que hacerlo desde el feminismo.
También estuvo presente el cuerpo colectivo y ecológico vinculado a una obra de 1991, cuando Eugenia se cuestionó su propio oficio de fotógrafa análoga. Un tema obviamente no muy popular, pero que aborda el problema desde la materialidad, una pregunta que se hizo conectándose con su cotidianidad.
Eugenia Vargas-Pereira. Sin Título, 1979-1986 [12 fotografías 80 x 60 cms]. Vista montaje MNBA. Imagen: MNBA
KC: ¿Cómo ves tú hoy el campo del arte contemporáneo, la inscripción del arte latinoamericano y chileno en él?
Mane: Siempre he visto el arte latinoamericano muy vanguardista. Es cosa de leer a Andrea Giunta, para reflexionar sobre la importancia del desarrollo del arte latinoamericano. Lo mismo en términos de arte chileno. Ahora, sobre inscripciones sabemos a estas alturas cuál es el juego, cómo se mueve todo esto.
Soy bastante crítica, hoy más que nunca, cuando vemos como se reorganiza el mundo, quienes están, quiénes quedan fuera. A quiénes se les silencia, etc. Lo que quiero decir, es que esa inscripción siempre me ha parecido muy relativa, pero volviendo a tu pregunta sobre el arte latinoamericano y chileno me parece que hay nombres más que sobresalientes.
Eugenia Vargas-Pereira. Aguas, (Santiago 2024). [Video, parte de la instalación Aguas. Limpieza del río Mapocho junto a una comunidad de mujeres activistas] Imagen: MNBA
KC: ¿Cuáles son los desafíos que tiene la investigación con perspectiva feminista en estos tiempos tan complejos desde la reacción antiderechos, machista, antiplaneta podríamos decir, que estamos viviendo?
Mane: Me parece, si es que puedo resumir, que hoy la perspectiva feminista es más relevante que nunca. Y el gran desafío en la investigación que veo, es entender o cruzar la violencia epistemológica que proviene del supremacismo racista, con el antropocentrismo, la homofobia, etc.
La violencia que proviene de estos discursos que mencionas provienen de una cultura patriarcal que basa hoy su estética y economía en los cruces tecnocapitalistas; explotación de comunidades vulnerables, despojo de territorios, ecocidios, muerte animal, especialmente el de hembras reproducidas hasta el hartazgo para la industria del consumo animal.
Creo en estos cruces interseccionales, decoloniales y antiespecistas, pues lo que estamos viendo es una cultura patriarcal que se sostiene en la sangre de otras y otros, humanos y animales, puesta en ruta a través de una maquinaria económica, corporativa, que reduce los derechos humanos, que levanta muros, y genera genocidios como el de Gaza. Creo que el desafío es ese, dimensionar el peso de la violencia y generar comunidades y resistencias a partir de los saberes interseccionales.
Eugenia Vargas-Pereira. (México 1991- Santiago 2024) Aguas. [Instalación con ampolletas y bandejas de revelado, agua y fotografías realizadas junto a una comunidad de mujeres activistas] Imagen: MNBA
Mane Adaro es investigadora y curadora chilena en el ámbito del arte y la fotografía. Se encuentra cursando el Doctorado Interdisciplinario en Humanidades, Universidad Finis Terrae (Santiago, Beca ANID/Conicyt), cuya investigación aborda el campo cultural y el mundo del Complejo Industrial Animal. En los años de la dictadura militar laboró entre 1984 y 1988 como fotógrafa de prensa. Posteriormente, luego de residir en la ciudad de Bruselas regresó a Latinoamérica, instalándose en Bogotá, Managua y Maturín, lugares que marcaron su visión de vida, por vivir y conectar con personas y grupos dedicados al estudio y cuidado de la naturaleza. De regreso en Chile, fundó en 2014 la revista Atlas Imaginarios Visuales, con el fin de promover cruces entre la fotografía, el arte, la filosofía y los feminismos, especialmente, con textos de autoras mujeres. Como directora de Atlas realizó el seminario internacional y publicación: Violencia Política y de Género en Latinoamérica: representaciones críticas desde el Arte y la Fotografía (2017), que contó con exponentes del arte, la curaduría, el activismo y la filosofía. Como investigadora y curadora sus intereses han transitado por la obra de mujeres artistas, el archivo, la materialidad y el estudio de las relaciones entre cuerpo, tecnología y modernidad.
