Entre Ausencias, Memorias y Danzas caligráficas

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Between Absences, Memories, and Calligraphic Dances
Written by:
Yohanna M Roa – Editor
Editor INES_Magazina Yohanna M Roa is a transcultural-feminist visual artist, art historian, and art critic based in New York. Ana Tejeda Gallery represents her. She holds a Ph.D. in the History and Critical Theories of Art program from the Universidad Iberoamericana, México, where she graduated...

Por Yohanna M. Roa

La Política del Amor y la Memoria en la Obra de Mimian Hsu en NUNU Fine Art New York

Installation image of Mimian Hsu: Everyone is Asking at Nunu Fine Art, New York, 2025. Photo by Martin Seck. Courtesy of Nunu Fine Art.

En la obra de Mimian Hsu, la política también se manifiesta como un gesto de amor. Esta idea es fundamental para comprender Everyone is Asking, su primera exposición individual en NUNU Fine Art en Nueva York, presentada dentro del programa Project Space: Asian Voices. A través de la reconstrucción de la memoria histórica mediante la intimidad y el afecto, Hsu despliega una práctica artística que vuelve a tejer el tejido familiar como un acto de preservación, resiliencia y reivindicación. La artista nos invita a contemplar su herencia taiwanesa-latinoamericana y trasciende su experiencia personal para alcanzar una dimensión macroestructural que habla de los dolores y ausencias colectivos que moldean la historia y el presente.

Esta exposición es un homenaje amoroso a su abuelo paterno, desaparecido durante la brutal represión política en Taiwán conocida como el Terror Blanco, una oscura era impuesta por Chiang Kai-shek tras la masacre del 28 de febrero de 1947. La desaparición de su abuelo es más que un hecho biográfico; es el vacío que constituye el núcleo desde el cual Hsu teje su narrativa visual y sonora. Sin embargo, a diferencia de otras historias de ausencia que se centran únicamente en la pérdida, Hsu transforma ese vacío en un espacio vivo, activo y transformador.

La artista emplea el dibujo, la memoria, el lenguaje y el sonido para llenar estos “vacíos” familiares, que al mismo tiempo remiten a problemáticas sociales y políticas de amplio alcance. Este gesto es a la vez íntimo y universal, ya que al reconectar su historia personal con la diáspora y el desarraigo, Hsu sostiene un proceso de sanación que reconoce cómo las heridas políticas trascienden al individuo y afectan la vida cotidiana de quienes se ven forzados a migrar, abandonar su tierra y redefinir su sentido de pertenencia.

Mimian Hsu, Hsu Zheng Breathing, unique Digital Print, 24 x 16 in | 61 x 40.6 cm. Photo by Martin Seck. Courtesy of Nunu Fine Art.

El tejido que construye Hsu es profundamente humano. La caligrafía tradicional china, en parte enseñada por su padre, no es aquí una práctica estética o técnica meramente; se convierte en un acto ritual entrelazado con la exuberancia y vitalidad del trópico latinoamericano. En sus dibujos e instalaciones, la precisión y disciplina de la escritura oriental se fusionan con la coreografía natural de la salsa y el merengue, y con los colores y la luz característicos de la costa caribeña de Costa Rica. Esta fusión es un diálogo visual robusto y una metáfora del mestizaje cultural y político que define su experiencia vivida.

En el centro de la exposición se encuentra una instalación compuesta por 28,125 campanas, cada una representando un día transcurrido desde la desaparición de su abuelo hasta el aniversario más reciente. A través de su ritmo visual y sonoro, esta obra se convierte en un tótem viviente, un archivo afectivo que se expande en el tiempo, añadiendo 325 campanas anualmente. Por medio de este acto de acumulación, la memoria se revive y se sostiene: se vuelve un latido compartido, un acto colectivo de resistencia.

El gesto político de Hsu se entiende así como un ejercicio de amor y cuidado. Ubicada en su identidad híbrida y experiencia diaspórica, crea un arte que habla no solo de pérdida y ausencia, sino también de continuidad, arraigo emocional y transformación. El hogar, concebido no solo como espacio físico sino como red de memorias, lenguajes y rituales, emerge en su obra como refugio, como un lugar sostenido por la memoria, la familia y las tradiciones vivas.

En una entrevista, este entramado se vuelve aún más claro. Hsu explica cómo creció en un hogar donde el mandarín era la lengua principal y la comida asiática estructuraba la rutina familiar, pero donde las experiencias costarricenses y latinoamericanas impregnaban su vida cotidiana con su luz, colores y sonidos. Esta coexistencia de mundos diversos nunca fue una fuente de conflicto para ella, sino una riqueza, una experiencia integradora y vital que atraviesa toda su obra.

La caligrafía aprendida en clases sabatinas y perfeccionada en talleres en Taiwán, transmitida por su padre, es mucho más que un ejercicio formal. En el arte de Hsu, la caligrafía es un lenguaje vivo, un puente entre el pasado y el presente, entre la tradición y la experiencia personal, y una historia marcada por la violencia política. La caligrafía se entrelaza con la danza, la salsa y el merengue en una coreografía visual que rememora las múltiples raíces de la artista y sus modos de resistir la historia y la memoria.

Mimian Hsu, Hsu Zheng Sleighbells, 2025, installation of 28,125 sleighbells, variable. Photo by Martin Seck. Courtesy of Nunu Fine Art.

El proyecto está dedicado a su abuelo, quien desapareció dos semanas después de la masacre estudiantil del 28 de febrero de 1947. Esta figura paterna ausente, un intelectual acusado injustamente y desaparecido por razones políticas, sirve como eje desde el cual Hsu formula preguntas sobre la ausencia, la espera y la memoria. ¿Cómo se habita ese vacío? ¿Cómo se comparte un aliento con alguien que nunca estuvo físicamente presente? ¿Qué significa mantener un legado vivo a pesar de la violencia y el silencio impuesto?

Estas preguntas no buscan respuestas definitivas. Por el contrario, para la artista, el arte es un espacio para la interrogación abierta—un diálogo colectivo e interior que mantiene viva la historia y su impacto actual. La obra se convierte en una forma de resistencia y de sanación, donde la historia macroestructural del Terror Blanco se traduce en experiencias personales y familiares que modelan la vida cotidiana y la identidad.

Una fotografía de la performance, en la que la artista proyecta el rostro de su abuelo sobre el suyo para compartir el aliento, simboliza poderosamente este diálogo entre generaciones—entre ausencias y presencias, entre pasado y presente. Este acto corporal, este aliento compartido, constituye una práctica de memoria que también se arraiga en tradiciones ancestrales de las culturas latinoamericanas y taiwanesas, donde los rituales de conexión con los muertos sostienen la vida y el amor.

La mezcla cultural que encarna Hsu no es simplemente un tema formal o estético, sino una forma de estar en el mundo, que trasciende la dicotomía entre lo asiático y lo latinoamericano. En su obra, la tradición caligráfica oriental danza con la exuberancia tropical, los recuerdos familiares se entrelazan con cuestiones políticas, y el dibujo se convierte en un lenguaje de resistencia y afecto. La política, así, se vuelve un acto de amor, que preserva el linaje y reivindica la memoria como espacio de sanación y transformación.

Everyone is Asking desafía al espectador a relacionarse con la historia de un país a través del prisma de la historia familiar. Es también una invitación a entender cómo lo personal y lo afectivo son dimensiones esenciales para acercarse a la memoria histórica y a la política. Mimian Hsu nos recuerda a través de su obra que la memoria y el cuidado son fuerzas vitales capaces de atravesar el dolor y la pérdida, construyendo puentes entre generaciones y territorios, y sembrando futuros posibles anclados en el amor y la resistencia.


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