En conversación con Edith Morales

Location: Mexico, Oaxaca
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In Conversation With Edith Morales
Written by:
Natalia de la Rosa
Art historian and curator. She earned her Ph.D. in Art History from the National Autonomous University of Mexico (UNAM). Her research interests include modern and contemporary art in Mexico, muralism, public art, and its critical reinterpretations. Her work analyzes the intersections between art, politics, and...

Por Natalia de la Rosa

“Ampliando el lenguaje del arte a través de una práctica arraigada en el territorio y la transformación social.”

Retrato de Edith Morales.

Natalia de la Rosa: Edith, tu relación con el campo artístico es muy particular. Llevas trabajando como contadora hace varias décadas. Esta práctica dio paso a las primeras piezas que realizaste. Cuéntanos un poco sobre este vínculo entre contaduría y el paso a una interpretación narrativa, estética y política.

Edith Morales: Además de trabajar como contadora, en los años noventa me acerque a la danza contemporánea, práctica que realicé por 15 años. Al mismo tiempo, empecé a hacer fotografía análoga en los talleres en el Centro Fotográfico Álvarez Bravo, en Oaxaca; estaba interesada en realizar ensayos fotográficos sobre temas de globalización neoliberalismo y su impacto en lo local. En este proceso reconocí que las narrativas que logré construí, era a partir de las herramientas que tenía a la mano, como es la danza, la imagen y mi experiencia como contadora.

NR: Relacionado al punto anterior, tu conocimiento de la contaduría te ha llevado a desarrollar un modelo de sistematización a partir de lenguaje y otros datos, acción que ha dado soluciones inusuales para la creación artística, puedes ahondar en este punto, ¿Cómo describes la eficacia de este método? ¿Qué herramientas inesperadas para el campo del arte crees que te ha ofrecido esta profesión y tu propia experiencia en una oficina contable.

EM: En la contabilidad el resultado debe ser preciso solventado por un proceso sistematizado; y en lo fiscal es fundamental la interpretación de la ley.

El utilizar estas herramientas en los procesos (creativos), como el usar los elementos correspondientes a una oficina como el papel, las grapas, los archivos físicos, documentos, o (reflexionar) el espacio como territorio en donde estoy una tercera parte del día, me posibilita redimensionarlas para habilitarlas en el procesos de arte. La generosidad que tiene cada objeto utilizado en el espacio donde proceso la información para convertirla en archivo me lleva (directamente) a esa práctica de exploración y resignificación.

Por ejemplo, en la pieza Dictamen (2015), utilizo el formato de los papeles de trabajo de una auditoría para presentar un libro de artista; al igual que resignifico las grapas desengrapadas para crear un vocabulario numérico.

Morales, E. Dictamen, libro de artista, 2015.

NR: Alguna vez me contaste sobre la relación con tu familia y cómo se asume la figura de la mujer en este contexto frente a los miembros masculinos. Esta concepción condicionó el reconocimiento de tu papel como mujer artista. Explícanos un poco más cómo has asimilado esta idea de mujer artista, ¿cómo divides o conjuntas tus varias actividades y profesiones?

EM: Mi familia migró de una comunidad Mixteca. Mis padres fueron campesinos y en las comunidades el hombre tiene el derecho a la tierra, cuando migran traen consigo esta forma de vida. Como todos en algún momento nos cuestionamos sobre el porque de la estructura o el sistema, a partir de ahí inicia mi acercamiento a una forma diferente de pronunciar de las cosas, sobre el papel de la mujer que trabaja, incluso a veces mas que el hombre, pero no se le nombra. Creo que mi formación en la danza y mi práctica como contadora me permite sistematizar y tener una disciplina de tiempos y momentos para poder moverme en las actividades que realizo; además considero que las mujeres tenemos desarrollada una capacidad para realizar varias cosas a la vez.

Mixtecas, Retrato con Na Isabel, 2013.

NR: Otro de los aspectos que identifican tu práctica artística es la relación con el activismo. ¿Cómo has asimilado estos cruces? ¿Cómo se ha desarrollado este enlace entre tu interés por la defensa del maíz o el trabajo con grupos de mujeres? ¿Qué tan importante ha sido la fundación de un espacio como Milpa Urbana para recibir estas acciones y activar diversas respuestas a diversas problemáticas?

EM: Pienso que es una forma de vida de otra manera no podría concebirlo. En un inicio, cuando quise trabajar sobre el tema del maíz me di cuenta de que sabía muy poco, así que me di a la tarea de investigar sobre el maíz y en esta búsqueda conocí a  compañeros que se estaban organizando para crear el Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca. Durante este tiempo, que son años, acompañé el trabajo del espacio con visitas y trabajo en las comunidades, ese proceso pasó a ser parte de mi  vida: las reuniones, las problemáticas en relación la soberanía alimentaria, el agua,  la migración, transgénicos, el territorio, entre otros temas constantes. Relacionado a este punto, algunas organizaciones que integran el Espacio Estatal me invitan a acercarme a trabajar sobre violencia de género en las comunidades utilizando el bordado y el arte como herramienta.

Morales, E. Centro Ecológico Milpa Urbana, Exposición, 2022

En 2020, con Troy, mi esposo, y otro compañero, decidimos crear un espacio que permitiera compartir la visión comunal del sistema Milpa en un espacio urbano. Replicar esta práctica colectiva y aprender sobre la importancia la soberanía alimentaria y la Milpa  fueron las primeras razones de crear Milpa urbana. Otros de los temas que involucra son: la siembra, las semillas, el cuidado del agua, el territorio, el idioma, el conocimiento tradicional, el respeto a los bienes comunes, mediante talleres de siembra, composta, microorganismos. Milpa urbana es un espacio que recibe y acciona propuestas para compartir.

NR: En conexión con la pregunta anterior, ¿Qué significa una Milpa Urbana? ¿Cuál es su importancia y qué ha potenciando?

Una milpa tiene la capacidad de adaptarse a las condiciones físicas del lugar en donde se siembre, por lo que la siembra de la milpa en un territorio urbano le permite adaptarse a su contexto, de esta manera el proyecto de Milpa Urbana permite replicar estos aprendizajes. Nos ha permitido reconocer que tenemos la capacidad de aprender a trabajar de manera comunal, de ahí que se ha ido adaptando al contexto y exigencias que se requieran. Se ha ido construyendo un espacio biocultural que activa proyectos de  siembra del maiz, huertos urbanos, conservación de las semillas, de economía local, alimentación, prácticas de apoyo mutuo como la guelaguetza o el bordado, al tiempo que ofrece un lugar para exponer instalaciones o compartir el arte como parte de la vida cotidiana.

Durante la pandemia muy pocos espacios estaban abiertos, uno de ellos fue Milpa Urbana. Fue un punto de encuentro en donde personas interesadas en aprender a sembrar, además de SUMAR los temas relacionados al cuidado del cuerpo y el respeto al entorno, o a lo que llamamos recursos naturales. Algunos continuaron sus proyectos, ya sea creando espacios propios a partir de sus intereses o en retomándolos para su forma de vida. Esto ha tenido incidencia en la vida de las personas, aunque sea en algo mínimo, como decidir qué comprar y en dónde para alimentarse. También ha ayudado a reconocer de dónde viene lo que lo alimenta a uno, si viene en una cadena de producción larga o corta y cuál es la diferencia. Por ejemplo, saber que para tener agua realizan la perforación de pozos profundos en donde el agua para uso humano puede contener arsénico o flúor y su daño a la salud, es algo que nunca se olvida. Otro caso es el diseño de las semillas, que al entenderlas es posible dimensionar su propia capacidad de reproducirse para mantener su subsistencia. Milpa Urbana es un proyecto que como el referente evidencia (es decir, la milpa) se va adaptando a las condiciones y temporadas de quienes participan. En este proyecto también nació La Colectiva Milpa Urbana. A partir de una convocatoria bordamos mientras aprendemos, reflexionamos y compartimos temas relacionados al maíz, el agua y el cambio climático.

Morales, E. Híbrido, Galería Parallel Oaxaca, 2021.

NR: Hemos hablado sobre los formatos de tus obras. Realizas una mezcla entre fotografía, videos, libros de artista, instalaciones. ¿Cómo ha sido el proceso de definición de tu cuerpo artístico? ¿Cómo ha variado la noción de objeto expuesto dependiendo del contexto?, ya que muchas obras se han presentado en galerías o museo, pero también en Milpa Urbana, para un público no especializado.

EM: Creo que mi formación me ha permitido trabajar con varios formatos. Utilizo todas las herramientas que me permitan desarrollar una pieza, y en el proceso investigo las posibilidades que puede tener como salida cada obra. La danza me permite tener conciencia de la otredad y el espacio, mientras el tema del territorio, considero que también es una constante, al estar confinada en un espacio reducido de oficina casi inmóvil por periodos largos, o el estar caminando espacios abiertos en las comunidades, me ha permitido concebir dimensiones y percepciones distintas. Exploro las posibilidades del tema, el soporte, y el espacio para proponer la instalación o proyección de videos en las comunidades.

Las piezas tienen esta narrativa que va de los espacios confinados como Circulante (2017) y 32 metros cuadrados (2018) que son trayectos que aunque parecieran libres, limitan el traslado de un lugar a otro. Por otra parte, las piezas de Yoo cua nuniri refleja el territorio y la milpa, o la última de Semillas en resistencia (2025). Por ejemplo, la pieza Híbrido (2021) que es una instalación efímera fue exhibida al mismo tiempo en una galería cubo blanco y en Milpa Urbana con la planta del maíz creciendo, que de manera natural se integra a la pieza. El ejercicio es desterritorializar los espacios del museo; el público que asiste a Milpa Urbana generalmente va a talleres y eventos y se encuentra con elementos que son parte de lo que usualmente se realiza  sobre tema del maíz, pero con presentación diferente genera un tema  que es parte de la cotidianidad de este espacio.

NR: Por último, también hemos platicado sobre cómo tu labor artística, de investigación y práctica han generado una noción distinta de archivo, ¿Qué opinas sobre esta posibilidad?

EM:Es un reto el explorar el cruce de disciplinas y prácticas y las cualidades de plasticidad que tienen, la manera en que se complementan al momento de utilizar un proceso contable, pero alimentándolo con datos e información diferente; el habilitar estas posibilidades me motiva a continuar explorando sobre el sinfín de recursos que las herramientas que utilizo para generar archivos tienen la capacidad de generar narrativas distintas en este caso piezas de arte/archivo. Al momento de retomar los procesos contables para generar piezas me facilita desarrollarlas, ya que es una práctica que he realizado cotidianamente de tal manera que son parte de mi proceso creativo y que lo enriquece, además de ser una propuesta que posibilita dar información exacta sobre datos. Un ejemplo es la pieza que habla sobre la inflación de México, Universos alternos (2015). Me conmueve y asombra el hecho de que una práctica subestimada como es el archivo en un sistema contable pueda dimensionar sus posibilidades  al ser utilizadas en el arte.

Edith Morales, Híbrido, 2021. Milpa Urbana

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