Entrevista presencial a Jim Amaral. Casa Amaral, Bogotá, 21 de mayo de 2025.
Por Daniel Santiago Salguero

Jim Amaral. Árbol de Nueces, 36×54 cm. Lápiz y tinta sobre papel. 1965. Foto cortesía del artista.
Daniel Santiago Salguero: Maestro Jim, esta columna se trata un poco de cómo nos narramos los artistas a nosotros mismos. ¿Podría abordar esa pregunta en cuanto a su recorrido?, desde el punto que quiera y, lo extenso que quiera también.
Jim Amaral: Me parece dificilísimo.
Lo que hago es muy variado en medios y extensión. A veces creo que soy un artista esquizofrénico porque, si ves cada forma de mi trabajo, parece que fueran muchas personalidades, y yo creo que tengo diferentes personalidades (lo dice entre risas y serio al mismo tiempo). Crecí en un pueblo muy humilde de California, no tenía casi amigos, no había mucha gente de mi edad. Y, más adelante, por milagro me aceptaron en la universidad de Stanford. Mi papá al ser inmigrante se interesó mucho en tener hijos profesionales, pero yo empecé medicina y me vi como un fracaso, después de haber empezado intenté arquitectura y más adelante dibujo y no sabía qué era ni cómo llegar a donde quería y aún no sé. Era un estudiante terrible, yo comencé a hacer cartoons estando en Stanford y fue un primer camino que le di al dibujo. Más adelante ya estando en Colombia viendo una revista de dibujo de un amigo pensé que debía intentar dibujar algo “artístico”. Hice unos dibujos y los exhibí en la librería Buchholz en el centro de Bogotá, librería que era muy reconocida en ese momento entre intelectuales, bohemios, artistas y escritores. Un dibujo de Isabela d’Este estaba en ese show. Me interesó como mujer y as a patron of the arts.

Isabella D´Este N.1, 1969. 49×40 cm. Lápiz sobre papel. Foto cortesía del artista.
DSS: ¿Maestro Jim, qué piensa de Leonardo? a primera vista pareciera haber influencia de él en usted, lo digo por el dibujo y el entendimiento de la anatomía humana, tan animal y al mismo tiempo tan científica, y, así mismo, el dibujo como herramienta para hablar de todo: diseño, máquinas, y ese factor de lo prolífico y sus vidas longevas y de tanta producción que innegablemente tienen en común, ¿o cómo lo ve usted?
JA: Vi las obras de Da Vinci en París cuando viví ahí, y aunque me gustó mucho su obra nunca me obsesioné con ella. Yo iba a ver en el Louvre el original de Ritratto di Isabella d´Este y empecé a hacer mis versiones.
DSS: ¿Eso es dibujo y pintura?
JA: Yes, drawing and painting. Una de estas Isabellas d’Este unos años más adelante fue vendida en la galería de París, y alguna pareja de newyorkinos ricos compró uno, más adelante esa pareja se divorció y ella se quedó con la obra y lo puso en consignación in a frame shop y un amigo americano que fue nuestro estudiante en Penland School of Craft in North Carolina in the 60s, más adelante la vio y la compró. En esa escuela pasamos un summer season donde Olga y yo fuimos profesores, ella en textiles a quien invitaron primero, y al saber de mi trabajo les interesó y me invitaron a dictar clases de dibujo.
El pueblo donde crecí era muy simple y nadie hablaba de arte. Yo iba al cine con mi hermano a ver tres películas a la semana y eso era lo máximo que se hacía.
DSS: Cuénteme un poco de su relación con su hermano.
JA: He became to be a very successful lawyer, yo dejé California muy joven y mi hermano se quedó allá y a veces lo volví a ver solo en vacaciones. Murió hace unos años, fue un hombre de negocios, exitoso, éramos muy diferentes por no decir que totalmente diferentes. Yo nunca encajaba en nada y nunca me sentí normal, siempre fui solitario, y no tuve las expectativas que la gente normal tiene en la vida, él sí, y logró lo que se propuso.

Hombre encima de un caballo, 1963. 55×75 cm. Lápiz y tinta sobre papel. Foto cortesía del artista.
DSS: ¿Cómo fue lo del viaje a Europa?
JA: Finalizando los años 60 Rogelio Salmona nos hizo una casa, y con una conocida que vivía en Barcelona decidimos hacer un intercambio de casas; ella nos lo propuso y nos llamó la atención la idea, la casa aún estaba recién habitada por nosotros. Y aceptamos, pues además no habíamos estado en Europa antes. Allá nos pasó algo parecido, fuimos un día de viaje a París en 1971, y ahí el cuñado de Olga (Jim es esposo de la artista consagrada Olga de Amaral especialista en tejidos) Paul Coulaud, nos ofreció compartir su apartamento durante 6 meses y nos quedamos por primera vez una temporada larga en esa ciudad. Estando en esas me conectaron con un galerista tradicional importante, Albert Loeb, cuyo padre fue el que descubrió y manejó a los grandes artistas de París en una época anterior, y me ofreció mi primer show para octubre estando nosotros en febrero, y me puse a trabajar duro y lo logré, y la exposición funcionó, el galerista además se volvió muy amigo nuestro y le abrió la puerta a mi trabajo en muchas ciudades de Europa, tuve exposición gracias a él en Milano, Venice y otras. Unos años muy estimulantes y creativos de Olga y yo trabajando en París. Olga was weaving most of the times developing her work and inventing her languages. Estos viajes los hicimos con nuestros dos hijos también. (La casa de Salmona es del 70. Éran amigos personales me cuenta el maestro).

Esperanza, 58 x 77 cm. Acuarela y tinta sobre papel. 1965. Foto cortesía del artista.
(Aunque no habían conocido Europa, sus amigos y la familia paterna de Jim eran de allá. El papá de Jim nació en los Azores me cuenta, que es Portugal pero en el profundo Atlántico, y cuando tenía 9 años se mudó a Massachusetts (a ordeñar vacas, como ya me había contado). Más adelante, ya adulto el papá de Jim, el señor Amaral, encontró un trabajo para ir a Lisboa y allí trabajó en el famoso Café Brasilero como mesero, el café famoso además porque era a donde iba Fernando Pessoa el poeta de los heterónimos, esto mágicamente es relevante a la hora de entender la ´esquizofrenia´ propuesta por Jim al comienzo de la entrevista, que en el caso de Pessoa, llamaríamos de genialidad, por lo bien desarrollada además de toda la obra de sus poetas heterónimos. Cuando el papá de Jim regresó a US compró un carro y recorrió todo Estados Unidos desde Massachusetts hasta California (¡en los años 20! asombrado agrega Jim) porque allí tenía un primo portugués (en California) y decidió quedarse y fue para siempre. Allí conoció a la mamá de Jim, aún estudiante de high school que trabajaba en las horas de almuerzo en el restaurante del papá de ella, John Ratis como se llamaba además el restaurante. Ella trabajaba ahí siendo aún estudiante en su descanso, agrega Jim también conmovido, y finalmente allí conoció a mi papá y se casaron. Y también agrega: mi papá nunca más quiso volver a Europa o Portugal.)
JA: En Stanford yo no era un buen estudiante, pero logré graduarme como artista. Apliqué a Cranbrook Academy of Art where I met Olga. Mientras estaba el primer día inscribiéndome en la universidad ella entró también y no hablaba muy bien inglés y le ayudé, y con todo de ahí en adelante durante su estadía. Fuimos very close friends y ese año ella regresó to Bogotá, y yo regresé a San Francisco y ahí me llamaron a prestar servicio militar obligatorio y me hicieron ir al US Navy y no sabían qué hacer con un estudiante de arte y me enviaron a la selva a Phillipines y allí fui el director de la biblioteca, ¡pero recuerda que esto era una construcción de un batallón! y los constructores no estaban muy interesados en literatura… así que me la pasé muy solo allí por dos años. Más solo de lo que se podía estar en una selva en Phillipines a esa edad siendo un artista poeta y sin saber qué quería hacer con mi vida.

Jim Amaral en Hong Kong rumbo a Filipinas, 1956. Foto cortesía del artista.
J.A: Al regresar entré en una crisis de qué hacer con mi vida y decidí visitar a Olga que me había impresionado mucho. Ella había empezado un pequeño negocio de telas. Cuando llegué a Colombia la encontré tan hermosa, antes era gordita, aunque esta vez estaba muy esbelta, y elegante, nos flechamos inmediatamente. (Aunque eso no lo vayas a poner Daniel). Al poco tiempo mi visa se venció y fue ahí que nos casamos. We were young artists and we didn´t have a penny. After six months pudimos tomar un espacio en la 81 con novena. En donde teníamos además cada uno su taller, en el comedor y en una habitación. Es una hermosa historia de amor. Teníamos 24 años. Pronto vinieron nuestros dos hijos.

Tensión Lunar N.92, 1989. 38×49 cm, con marco 54×66. Acrílico sobre lino. Foto cortesía del artista.
JA: Bogotá no era muy amable y yo era un gringo, esto era 1957, nadie sabía tratar a un extranjero, porque los únicos que había eran hombres de negocios muy lejanos a la sociedad, sociedad que por otro lado era muy fría y cerrada, y muy exigente con la clase y las formas de comportamiento y yo no encajaba, no solo no hablaba español sino que tenía unos modos y costumbres de otros lugares, y otras formas de comportamiento. Venía de dos años de servicio militar en una selva y, antes, de estudiar artes en lugares muy de avanzada y, antes, de un pueblo remoto y lejano, pero poco a poco en Colombia me fui ubicando, conseguí trabajo, primero en una fábrica de muebles diseñando, el jefe, un suizo, renunció y pedí ese trabajo y me dijeron que no tenía la experiencia y de orgulloso renuncié. Entonces Olga y yo nos dedicamos a nuestro propio negocio de muebles, ella diseñaba y supervisaba la fabricación de las telas y yo diseñé y diseñé muchos muebles, y otras cosas. También por ahí dibujaba, pero no sabía qué ni me consideraba un buen dibujante, en Stanford fui un caos, pero esta vez me entrené, me propuse aprender profesionalmente y lo logré.
Pero todos estos procesos fueron muy difíciles, el desarraigo, las cuestiones de identidad estando aquí en Colombia en esa época donde estar lejos o estar en una ciudad como Bogotá implicaba estar muy muy lejos de los centros de información o cultura globales. Tuve depresiones muy fuertes, ahora entiendo, causadas por la angustia de no saber cómo haríamos para sobrevivir siendo artistas. Hice psicoanálisis por 4 años y lo recomencé después en otros momentos de la vida. Esto me ayudó mucho a canalizar mis angustias, el trabajo con el inconsciente lo he recomendado a muchas personas desde entonces y en mi trabajo lo he abordado muy profundamente.
(Se puede ubicar a Jim sino geográfica, temáticamente, en la generación de los post surrealistas, un movimiento que oficialmente empieza en California en 1934 y que estudia y explora el inconsciente al igual que sus precursores los surrealistas, pero en estos casos buscando objetivar, buscando una relación más directa entre lo que se percibe y lo que se entiende).


Izquierda: Suite de tres estudios para una caja: dentro, fuera y encima, N.2, 36 x 54 cm. Lápiz y tinta sobre papel. 1976. Derecha: Sin título, 29 x 39 cm. Lápiz sobre papel. 1971. Fotos cortesía del artista.
DSS: Qué gran relato, dice mucho de usted y de su trabajo, gracias por compartir esta información, sé que para usted no es fácil, ya que, como me dice, no le interesa que lo analicen en lo personal, sino a su trabajo. Yo siento que aquí hay elementos para entender la profundidad y riqueza de sus ideas y por eso he insistido un poco en que nos deje entrar un poco más.
Pero pasemos a otra cosa, vine con preguntas muy trascendentales y difíciles, usted sabrá de qué quiere hablarme y cuánto. Por ejemplo, tabúes, ¿qué piensa de la muerte? ¿o de la identidad sexual y de género? o del sexo como noción, que está presente evidentemente en su trabajo de dibujo más que de escultura.
JA: La muerte, como tenemos 92 pensamos mucho en ella (risas, es uno de sus chistes inteligentes).
Una persona cuando muere se disuelve. Yo he visto a alguien morir y es de un momento a otro que hay un silencio y ya no hay nadie ahí. No creo en el después ni en cielos ni infiernos creo que es una manera de opresión, esa idea. Creo que una forma de entender la muerte es cuando ves a alguien morir.
(Me pregunta si he visto a alguien morir, pienso, veo que no, niego con la cabeza. ¿Y usted a quién vio morir? sí está bien preguntar).
JA: A mi papá y a mi mamá y a la mamá de Olga, por ejemplo. Cuando presencias momentos como esos entiendes mucho de la muerte ahí. Sex. Me lo preguntan mucho, cuando me preguntan, yo les digo: todos absolutamente todos tienen genitales. Porqué hay un problema en eso si es muy normal. Con lo sexual hay muchos problemas (hace cara de que muchos, muchos) yo solo les mostré lo natural que es.
Y de una manera bella.




De izquierda a derecha de arriba hacia abajo: Per-se N.008, 2001. 31×25 cm. Acuarela y tinta sobre papel. Objetos de curiosidad, dieciocho ilusiones y sus títulos engañosos. 2001. 35×28.5×2.5 cm. Técnica mixta. Objetos de curiosidad, dieciocho ilusiones y sus títulos engañosos. 2001. 35×28.5×2.5 cm. Técnica mixta.Per-se N.040, 2002. 31×25 cm. Acuarela y tinta sobre papel. Fotos cortesía del artista.
(¡Esta última frase que la agrega después de un largo silencio la recibo como una frase genial, honesta y hermosa al hablar así de la belleza, y de la belleza de los genitales, o sea algo tan difícil de decir!)
(Algo que absolutamente nadie dice, o no de esa manera, me refiero a públicamente. Y hay que recordar esto, lo estaba haciendo un señor en la Bogotá más mojigata inclusive del pre narcotráfico. Aquí quizás debo agregar este recuerdo personal: Yo en mi infancia viendo noticias en casa de mi abuela en Manizales, Pablo Escobar aún vivo, la noticia es sobre allanamientos de apartamentos suyos en Medellín, y en uno de estos apartamentos, hacen un acercamiento con el zoom de la cámara a una serie de falos de vidrio erectos de tamaño “natural” (no eran tan tamaño natural) esculturas que Pablo tenía seguramente como arte insólito que le daba prestigio, el periodista explicaba qué eran, eran traídas creo que de Italia, lo mostraban como una gran excentricidad. Esta imagen sigue intacta en mi memoria).

Vehículo con vaivén. 2014. 36x52x55 cm. Técnica mixta. Foto cortesía del artista.
JA: Me preguntan por qué no pongo colores en mis pátinas, y yo digo porque no estoy haciendo algo decorativo.
(Acá nos quedamos discutiendo un rato en cómo la sociedad aún hoy o asombrosamente más aún hoy, jura que el arte es decoración, cuando esta es solo una de sus funciones más simples (y por ende quizás también incluyentes) pero no por eso se debe reducir a eso, porque sabemos y se ha dicho al menos en el campo de arte hasta el cansancio, que el arte es pensamiento, asociado a lo estético y a lo filosófico y subjetivo, pero no es necesariamente un objeto, como mucha gente aún piensa. Nadie se opone a la noción de que pueda servir para decorar y de que es una de sus formas de subsistencia, del arte, sus instituciones y personal incluyendo a los artistas, pero sabemos y más hoy en día que tampoco es la única salida, las artes aunque muchos se esfuercen en ignorarlo, se han hibridado con todos los campos de lo humano y de lo social en la contemporaneidad sobre todo en los contextos donde se les valora y entiende y cada vez en mayor medida, aunque esto es algo que debemos cuidar y por lo que debemos luchar pues puede ser una noción en vía de extinción a pesar de los titánicos logros del arte occidental en las últimas 10 décadas de relatos (yo diría que a partir de Velásquez siendo más preciso, que desdobló precisamente los usos de la obra de arte y el papel del artista) de desarrollo y tires y aflojes, de salirse del concepto de objeto fetiche precisamente o decorativo exclusivamente o de trofeo y devenir experiencias conceptuales o de otras naturalezas o formas o temporalidades, muchas veces efímeras.)
JA: Por eso mis esculturas son para ser tocadas y manipuladas, por eso cambian y suenan. Quiero que sean objetos vivos y que alimenten la noción de arte con el que se puede interactuar, de experiencia que transforma o afecta. Yo no sé porque hago lo que hago ni porqué lo hice.

Jim Amaral. Cara N.3, 1991. 38 x 23 x 20 cm. Bronce, 2001. Foto cortesía del artista.
DSS: ¿Qué le recomienda a su audiencia como artista en cuanto a su propio trabajo?
JA: Espero que mi trabajo estimule sus mentes. Mi trabajo soy yo, todo lo que hago soy yo, y todo me gusta y espero que las personas lo disfruten.
DSS: ¿Siente que ama su trabajo?
JA: Sí.

Autorretrato, 44 x 30 cm. Lápiz y tinta sobre papel. 1954. Foto cortesía del artista.
Agradecimientos:
Oficina Numena, Bogotá.
Instituto de Visión
Diego Amaral Ceballos
Valentina Amaral
Alexandra Vergara
Margaret Szyk




