Columna Mareas Subterráneas
Por fernanda ramos mena

Coordenadas móviles. Redes de colaboración entre mujeres en la cultura y el arte (1975-1985). México: CIEG/UNAM, FIEBRE Ediciones, Oficina de Proyectos, Editoriales, 2024. Registro Alessandro Rivera.
Leer Coordenadas móviles. Redes de colaboración entre mujeres en la cultura y el arte (1975-1985) es como desplegar un mapa lleno de caminos inesperados, donde los hilos se cruzan y se enredan, desafiando el supuesto de una historia lineal. A través de un proyecto de investigación (2020-2023) las autoras y editoras del libro, Gemma Argüello Manresa, Natalia de la Rosa, Carla Lamoyi y Roselin Rodríguez Espinosa, entrelazan junto con otrxs autorxs invitadaxs historias orales, archivos personales y colecciones, iluminando los relatos grupales de mujeres protagonistas en el activismo, el arte, la literatura, la gestión institucional y la crítica entre 1975 y 1985. Cada uno de los textos de la publicación desafía los cimientos de la historia oficial del arte en la Ciudad de México, al compartirnos fragmentos de una narrativa que, de otro modo, habría permanecido oculta de los grandes relatos. Aquí, el impulso es colectivo, un coro de voces que rescatan luchas olvidadas y mantienen vivo el diálogo con el presente, que abre un espacio para que las trabajadoras culturales cuestionemos las carencias institucionales y exijamos desde nuestros quehaceres relatos más plurales, inclusivos y cercanos a nuestras propias historias.

Coordenadas móviles. Redes de colaboración entre mujeres en la cultura y el arte (1975-1985). México: CIEG/UNAM, FIEBRE Ediciones, Oficina de Proyectos, Editoriales, 2024. Registro Alessandro Rivera.
En Performance, activismo y pedagogías feministas, la investigadora y curadora Gemma Argüello Manresa revive el surgimiento de organizaciones clave como MAS1 (Movimiento en Acción Solidaria), MNM (Movimiento Nacional de Mujeres)2, CFM (Coalición Feminista) y MLM (Movimiento de Liberación de la Mujer3), cuyos métodos de protesta se acercaban al performance. Este capítulo explora la conexión entre el activismo y la producción artística, destacando iniciativas como Radio Feminista4 y las primeras publicaciones feministas, como La Revuelta5, Cihuat 6y fem7. A través de estos movimientos, mujeres del activismo lograron visibilidad y generaron metodologías feministas en colectivos como Bio Arte8, Polvo de Gallina Negra9 y Tlacuilas10 y Retrateras11 en los años ochenta, todo en un contexto donde se alzaron voces contra la violencia y se exigieron cambios urgentes.
La historiadora del arte y curadora Natalia de la Rosa ofrece una visión alternativa de la historia de los museos que visibiliza a gestoras y artistas en lugar de centrarse en las figuras patriarcales que suelen dominar este relato en su texto Gestoras, Colección y Exhibiciones. En este contexto, resalta momentos cruciales como la exposición Pintoras/escultoras/grabadoras/fotógrafas/tejedoras/ceramistas de 1977, impulsada por la UNMM y la CFM en el Museo Carrillo Gil, que puso en duda las fronteras entre arte y artesanía. Además, menciona la colaboración de la revista Artes Visuales12 con The Woman’s Building en la muestra What’s Feminist Art?, extendiendo redes transnacionales y llevando la visibilidad de las artistas mexicanas más allá de las fronteras del país.

Por su parte, la artista y editora Carla Lamoyi hace un recuento breve pero sustancioso, de las trayectorias de artistas que nombra como “indisciplinadas” como Nahui Ollin y Antonieta Rivas Mercado, sugiriendo que las genealogías feministas en el arte mexicano tienen raíces más profundas de lo que habitualmente se reconoce. Lamoyi también resalta el trabajo de editoriales fundadas por mujeres, que no solo se dedicaban a autopublicarse, sino a colaborar entre ellas. Desmitifica la figura de Felipe Ehrenberg y sitúa a Martha Hellion como la protagonista detrás de Beau Geste Press13, una editorial clave en la creación de libros de artista. También analiza proyectos como el Taller de las Tres Sirenas, creado por Carmen Boullosax14, o Cocina Ediciones de Yani Pecanins15, que reflejan una fuerte presencia femenina en la producción editorial independiente. Además, su capítulo explora la influencia de la poesía experimental y las bienales de arte correo organizadas por Araceli Zúñiga y el grupo Núcleo Post Arte, que integraron prácticas interdisciplinarias.
En el texto Desbordes entre teoría, crítica de arte y producción artística, la historiadora y curadora Roselin Rodríguez Espinosa nos lleva a una temática poco explorada en torno a la la escritura artística y teórica para promover tanto el trabajo individual como el colectivo, muchas veces de artistas escritoras, teóricas, curadoras, gestoras que impulsaban la labor de sus compañera. Rodríguez nos lleva a reflexionar sobre eventos clave como Bordando Sobre la Escritura y la Cocina, organizado por Margo Glantz, donde las labores históricamente feminizadas se revalorizaban como espacios de producción de conocimiento. Su análisis se enfoca en los debates sobre “arte femenino” y “arte feminista”, impulsados por publicaciones como Artes Visuales y fem. Las artistas transformaron la historia misma: desde las intervenciones en la Mona Lisa hasta la crítica a la representación de Marx en la obra de Maris Bustamante. Rodríguez Espinosa culmina su escritura con las carpetas rosas de Leticia Ocharán, quien intentó documentar una historia del arte hecha por mujeres, un proyecto inconcluso debido a su temprana muerte.

Mapa de redes de colaboración. Performance, activismos y pedagogías feministas. Diseño de Eliete Martín del Campo Treviño
Cada capítulo se complementa entre sí. Sus referencias se atraviesan y configuran una cartografía que se desmenuza en unos mapas conceptuales incluidos al final de estos, revelando conexiones entre mujeres artistas, gestoras, escritoras y grupos feministas que abre nuevos caminos para leer la historia del arte desde una perspectiva más amplia y compleja.
Además, a lo largo del libro, breves inserciones de investigaciones de largo aliento nos permiten hacer zoom in a momentos específicos: Alejandra Moreno narra el nacimiento del movimiento lesbofeminista y su vinculación con el arte; Blanca Edna Alonso Rosas se adentra en el trabajo de Cine Mujer; Elva Peniche presenta un fragmento de su investigación sobre el Foro de Arte Contemporáneo y las gestoras que participaron en él; Pilar García recuerda la labor de la Galería Pecanins en la promoción del trabajo de mujeres artistas; y, por último, Irving Domínguez explora la trayectoria de artistas que han incorporado la fotografía en sus prácticas.
A nivel personal, Coordenadas móviles aligera el peso de un camino en el que las voces masculinas dominantes han predominado en mi educación académica y ámbito profesional. Este libro marca un hito en las investigaciones por venir, al ofrecer la oportunidad de descentralizar las narrativas unilaterales para seguir cavando hondo y contar otras perspectivas de la historia en distintas latitudes de México.

Esta investigación derivó en la muestra homónima que se presentó en el Museo Carrillo Gil del 30 de septiembre de 2023 al 25 de febrero de 2024. Para ver más visita:https://www.museodeartecarrillogil.com/exposicion/coordenadas-moviles-redes-de-colaboracion-entre-mujeres-en-la-cultura-y-el-arte-1975-1985/
- El primer grupo feminista autónomo en México, Mujeres en Acción Solidaria (MAS), se formó en 1971 con el objetivo de estudiar los problemas de las mujeres y difundir información a través de conferencias y eventos públicos. ↩︎
- El Movimiento Nacional de Mujeres (MNM) se fundó en 1972 como una asociación civil, compuesta por mujeres profesionales vinculadas al ámbito de la comunicación ↩︎
- En 1974, el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM) surgió de MAS, enfocándose en los roles de las mujeres en la sociedad, el trabajo y la autonomía del movimiento. Posteriormente, el MLM evolucionó hacia el Colectivo La Revuelta. En 1976, el Movimiento Feminista Mexicano (MFM) se centró en la lucha feminista contra la sociedad de clases. ↩︎
- Foro de la Mujer, un programa de radio feminista producido por Radio UNAM de 1972 a 1986 y creado por Alaíde Foppa, abordó los derechos de las mujeres y los problemas sociales. ↩︎
- El Colectivo La Revuelta fue fundado en 1975 como un grupo escindido del Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM). Compuesto por jóvenes feministas, su objetivo era desafiar la Conferencia Oficial del Año de la Mujer mediante la creación de un periódico feminista para concienciar sobre los problemas de las mujeres bajo el capitalismo. Las fundadoras priorizaron la conciencia social por encima de los movimientos de gran escala (Hiriart, 1985). ↩︎
- Cihuat fue una publicación feminista pionera en México, fundada en 1977 como parte del movimiento feminista de la segunda ola. Su objetivo era concienciar y apoyar los derechos de las mujeres, abogando especialmente por el aborto libre y legal, la educación sexual y el acceso a anticonceptivos. La publicación criticó los enfoques feministas dominantes, enfatizando la praxis feminista activa y rechazando los estereotipos sobre el feminismo. Publicada por la Coalición de Mujeres Feministas, Cihuat desempeñó un papel clave en la documentación y el apoyo al activismo feminista, particularmente en respuesta a las altas tasas de aborto ilegal y violencia sexual en México (Toto Gutiérrez, 1977). ↩︎
- La revista feminista fem fue fundada en 1976, surgiendo de discusiones entre figuras feministas clave como Alaíde Foppa, Margarita García Flores y Elena Poniatowska. Su objetivo era ser una plataforma inclusiva para diversas voces feministas, abordando temas como el trabajo invisible, el acoso sexual y las contribuciones de las mujeres al arte, la ciencia y la tecnología. *fem* buscó una distribución amplia, alcanzando una circulación máxima de 16,000 ejemplares a través de una asociación con el periódico *unomásuno*. Se convirtió en un recurso vital para comprender la evolución del pensamiento y el activismo feminista en México (Lamas, 1996; Poniatowska, 1977). ↩︎
- Bio-Arte fue un colectivo feminista de arte fundado en 1983 por Nunik Sauret, Laita, Roselle Faure, Rose Van Lengen y Guadalupe García-Vásquez. Surgió dentro de la escena artística mexicana de los años 1970–1980, abordando problemas políticos y sociales, con un enfoque particular en la metamorfosis biológica de las mujeres. ↩︎
- Polvo de Gallina Negra fue un grupo de arte feminista fundado por las artistas visuales no objetuales Maris Bustamante y Mónica Mayer en 1983. Fue el primer grupo de su tipo en México. ↩︎
- Tlacuila es una palabra náhuatl que significa “el que talla piedra o madera” o “el que escribe pintando”. En la tradición de los tlacuilos, tanto hombres como mujeres se dedicaban a interpretar y expresar las creencias antiguas de su pueblo sobre el tiempo, el espacio, la historia y el conocimiento. Sus obras se representaban en murales y códices. ↩︎
- Tlacuilas y Retrateras fue uno de los primeros colectivos de arte feminista en México. Se fundó en mayo de 1983 por Ruth Albores, Consuelo Almeda, Karen Cordero, Ana Victoria Jiménez, Lorena Loaiza, Nicola Coleby, Marcela Ramírez, Isabel Restrepo, Patricia Torres y Elizabeth Valenzuela, tras un taller de arte feminista impartido por Mónica Mayer en la Academia de San Carlos, Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM). ↩︎
- Artes Visuales (1973–1981) fue la primera revista bilingüe de artes contemporáneas en América Latina, cofundada, dirigida y editada por Carla Stellweg. ↩︎
- Beau Geste Press (BGP), fundada en 1971 por Martha Hellion y Felipe Ehrenberg, fue una influyente editorial independiente ubicada en el campo de Devon, Reino Unido. Especializada en libros de artistas de edición limitada, se convirtió en un centro para Fluxus, neo-Dada y poesía visual. ↩︎
- La escritora mexicana Carmen Boullosax fundó el Taller Tres Sirenas en 1980, dedicado a la producción de libros de artistas en tiradas pequeñas. ↩︎
- Yani Pecanins (1957–2019) fue una artista mexicana conocida por fundar Cocina Ediciones en 1977, un proyecto editorial colaborativo centrado en libros de artistas hechos a mano, revistas y portafolios. El proyecto utilizaba diversas técnicas de impresión, incluyendo mimeografía y fotocopiado. Pecanins también cofundó la librería El Archivero en 1993. ↩︎